También conocido como el Bob Marley ecuatoriano, Boris Gallino, es un artista que sorprende con cada una de sus ocurrencias. Primeramente, adoptando el concepto de “hombre banda” que surgió de sus ganas de seguir componiendo tras su separación de Bosque. Empezó a experimentar usando secuencias, a tocar el teclado. Aparte, cuando componía en sus anteriores agrupaciones, solían corregirle con frecuencia y eso le motivó a hacer sus cosas por su cuenta.
Confiesa que, a diferencia de una época pasada donde las bandas debían esperar que les descubrieran, en la actualidad se puede producir “algo mejor en casa, con menos costo y un buen programa”. Lo que ha motivado el surgimiento de una gran cantidad de bandas, nuevas propuestas con muchos seguidores. Acotando que, lo que toca hacer ahora, es explotar mucho el merchandising.
Con su primer álbum como solista: Obsolencia Programada, el cual fue lanzado el 07 de agosto de 2016, buscaba incursionar en un ambiente más oscuro, no para figurar sino para marcar un precedente ya que acababa de dejar su agrupación, Bosque.
En contraste, su segundo disco Raza Tropical, está caracterizado por una vivaz paleta de colores que va desde los rojos hasta los ocres, motivo por el cual eligió dicho título. De esta nueva producción musical, en la que actualmente se encuentra trabajando, se desprende su último single llamado Devoción, inspirado en “una relación que tuve […] como una catarsis alusiva al tema”, declara en entrevista con Garage Band.
Sobre su nuevo disco, comenta que “ahora me presto a grabar dos temas más y ya con eso estoy muy feliz. Porque, paso a paso, lo he estado haciendo a mi gusto. Eso es lo que más me llena”. Cabe destacar que, este álbum también incluirá el creativo tema El Porocotó, que nace de una palabra inventada por Gallino, al jugar un poco con ritmos autóctonos que le recuerdan a un paisaje esmeraldeño.
“La canción narra a ritmo tropical o afrolatino la historia de una canción que tiene un ritmo parecido al porocotó (que no existe), pero que en lo único que se parece es que está bien loco”, explica al diario el Telégrafo.
En su proceso de producción musical, Gallino intenta ser quien se encarga de todos los aspectos para que el resultado sea lo más fiel posible a su idea. Sin embargo, confiesa que a veces necesita de asesoramiento técnico o arreglistas.
Comenta que, para editar, escucha la maqueta por semanas y se encierra en la canción. Solo entonces, después de tener clara su dirección, va por otra sesión. Lo cual vuelve loco a sus productores, pero que últimamente su trabajo en equipo con Antonio Vergara ha sido bastante claro.
En el 2014, se fue a vivir en Montañita por necesidad de un cambio de ambiente, lo que califica como una experiencia enriquecedora.
“No estuve mucho tiempo, creo que fue como medio año. Y fue chévere porque solo me fui con mi guitarra y parece mentira que uno en la ciudad que tiene todas las comodidades, todas las distracciones a veces no te permiten enfocarte. En cambio, yo ahí me levantaba a tocar”.
Comparte que durante ese tiempo finalizó su etapa de rock alternativo y grunge, intercambiándolo por nuevos ritmos que protagonizaron las canciones Ruido en mi Cabeza y Azul del Mar de su disco Obsolencia Programada.
Creatividad e irreverencia son cualidades que bien lo definen desde muy joven, cuando presentó una polémica obra para graduarse de Bellas Artes. La actividad consistía en utilizar a la religión como concepto y a Gallino solo se le ocurrió dibujar a un simio extraterrestre que secuestra a Jesucristo.
“Hice a Jesucristo así como muy simbólico y detrás había un simio y escandalizó a la gente”, menciona en entrevista con Garage Band. “Para mí eso significaba lo irracional. Es extravagante”, señala en el medio Atarazana cuando se le interroga sobre el tema.
Considera que se puede vivir de la música, gracias a la diversidad de actividades que el medio propone. “Como música para teatro, para cine ¡Sí hay! Si la buscas, la encuentras. O hasta en los mismos chivos, la gente vive muy bien, tocando en fiestas y todo eso…
“El próximo año coincide con que ya voy a pensar en el nuevo trabajo, en el primer disco largo” Indica que, a pesar de que la música independiente avanza más lento, es sumamente gratificante porque va de acuerdo al ritmo de trabajo que prefiere. Mencionando que quisiera grabar y producir unos 20 o 40 temas y escoger “los mejores” para incluir en un mismo disco.
Asimismo, compartió recientemente a través de su cuenta oficial de Instagram que se encuentra en la grabación de un nuevo vídeo, probablemente perteneciente a su disco Raza Tropical.